Los dividendos acumulados equivalen al total de dividendos pagados por acción ordinaria de una empresa durante un periodo específico anterior. Los dividendos de los últimos 12 meses son la suma de todos los dividendos pagados durante el último año. Con ellos calculamos la rentabilidad pasada. Los dividendos proyectados son los que se espera que se paguen en durante un período determinado en el futuro. Con ellos calculamos la rentabilidad proyectada. A menos que se especifique lo contrario, se puede suponer que el periodo de tiempo en cuestión, tanto para los dividendos acumulados como para los proyectados, es de 12 meses.
La rentabilidad en función de los dividendos pagados durante los últimos 12 meses puede calcularse con absoluta precisión. Sin embargo, la estimación de los dividendos futuros es un ejercicio inexacto y por tanto la rentabilidad proyectada es una estimación.
Algunas empresas tienen políticas de dividendos excepcionalmente estables, pagando la misma cantidad trimestre tras trimestre, mientras que los pagos de otras empresas pueden fluctuar en función de sus perspectivas de negocio.